lunes, 9 de agosto de 2010

De la arcilla a la figurita.

Si es posible, imagina que en el vida que llevas cuando haces algo una vez, te aburres de ello. Por ejemplo, te subes a un avión cuando eres niño y estás alucinando con esa máquina tan avanzada, con la idea de estar volando, las nubes, la velocidad, etc... sin embargo, te ocurre que en el viaje de vuelta todas esas sensaciones que la idea de viajar en avión te provocaban, ya no existen y duermes durante todo el viaje.

Visto así la vida es como un parque de atracciones con un itinerario preestablecido, configurado y cargado en tu historia. No obstante tienes un control, ¿Si?¿O no? Claro que si, si mañana decides tirarte en paracaídas, puedes tirarte en paracaídas y ejecutar una nueva experiencia. Quizás prefieras comprarte un videojuego, o una película, o lo que sea... pero... tiene truco, desde que lo hagas una sola vez, dejará de inquietarte para siempre.

Llegará un dia, no siendo muy mayor, en el que las experiencias empiezan a perder sentido, y el camino empieza a ser mas y mas ancho, hasta que terminas en un páramo donde las cosas no sirven, el dinero no vale nada, los avances tecnológicos son el pasado, las noticias no importan, los sabores no existen, los colores son todos iguales, e incluso la mayor parte de las personas, por lo menos las que siguen en el camino, no se distinguen.

¿Que harás cuando llegues aquí?

1 comentario:

Cristo dijo...

Te comento lo que yo hago, que no es ni mas ni menos que drogarme. ¿Que la vida no tiene sabor? pues cannabis ya veras que rica la siguiente comida. ¿Que no tiene color? pues unas setitas. ¿Que no distingues a la peña? pues unas anfetas. Soluciones las hay cuando uno las quiere encontrar.